Consejos para viajar a Amsterdam

¿Qué esperar al visitar Ámsterdam? Una palabra: turismo, y en abundancia.

A pesar de su afluencia turística, aún es posible descubrir joyas ocultas y rincones auténticos.

Compartiré contigo esos preciados secretos para disfrutar de una Ámsterdam menos concurrida pero igualmente encantadora.

Cómo llegar y cómo moverse

Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol: Aunque comparte la complejidad de aeropuertos como el de Frankfurt, con sus numerosos pasillos y terminales extendiéndose como brazos, es crucial estar atento a los tiempos de conexión para evitar perder vuelos subsiguientes.

Curiosidades de Viaje:

  • Estatura Holandesa: Al viajar con KLM, te sorprenderá la estatura de los holandeses, quienes ostentan el récord de ser la población más alta del mundo, con una media de 184 cm para los hombres y 170 cm para las mujeres.
  • Geografía Única: Al aterrizar en Schiphol, estarás descendiendo a 4,5 metros bajo el nivel del mar. Más del 25% de los Países Bajos se encuentra por debajo de este nivel, y el 50% de su territorio apenas supera el metro sobre el mismo. Afortunadamente, la región es poco propensa a tsunamis.
 

Desde el Aeropuerto al Centro: La opción más eficiente es el tren de cercanías, con salidas cada 15 minutos.

Movilizarse en la Ciudad:

  • Tranvía y Metro: La elección inteligente es el billete diario, ideal para moverse sin complicaciones.
  • Bicicleta: Con más bicicletas que habitantes (22,7 millones frente a 17 millones), alquilar una es sumergirse en la cultura local.
  • A Pie: Ámsterdam invita a ser explorada a pie, pero recuerda evitar los carriles bici para no tener encuentros cercanos con los ciclistas locales.
 
Aquí puedes ver más información sobre como llegar y como moverte en Amsterdam.

Barrio rojo, drogas, protestantismo y prohibiciones.

A pesar de su cercanía geográfica, siempre he percibido una marcada diferencia en el carácter entre los holandeses y los alemanes. Los primeros me parecen notablemente más abiertos; es fascinante ver cómo el inglés y el holandés fluyen con igual naturalidad en su día a día. De hecho, un impresionante 87% de la población habla inglés como segunda lengua, posicionando a los Países Bajos en la cima del dominio de este idioma a nivel mundial.

Esta habilidad lingüística se extiende hasta el punto de poder realizar trámites oficiales en inglés, reflejo de una sociedad acogedora y de mente abierta. La amabilidad y la actitud relajada de los holandeses son emblemáticas, al igual que su liberalismo en temas de drogas y sexualidad, lo que les ha ganado una reputación de ser excepcionalmente tolerantes.

Sin embargo, este enfoque liberal no implica necesariamente un enfoque desinhibido hacia la sexualidad en comparación con otros países; de hecho, estudios indican que Grecia lidera en Europa en términos de actividad sexual. Un dato curioso que merece nuestro respeto hacia los griegos.

No obstante, la visita a lugares icónicos como el Barrio Rojo de Ámsterdam o el casual encuentro con un coffee shop nos hace reflexionar sobre la notable tolerancia de la sociedad holandesa, un testimonio de su enfoque progresista y abierto hacia la vida.

Barrio Rojo Amsterdam

Para aquellos no familiarizados con Ámsterdam, es interesante saber que la ciudad ha legalizado la prostitución. Este servicio se concentra principalmente a lo largo de las pintorescas orillas de los canales, en un área conocida por su histórica apertura.

Lo que podría sorprender a muchos es la seguridad del área. A pesar de las percepciones que uno podría tener sobre un “barrio rojo”, la realidad es que esta zona está meticulosamente regulada y monitoreada. Esto garantiza que los visitantes puedan explorar el área de manera segura, incluso de noche, siempre que se proceda con el máximo respeto hacia las profesionales que trabajan allí. Es fundamental recordar que está estrictamente prohibido tomar fotografías de los escaparates y de las personas en ellos.

Para aquellos interesados en profundizar más sobre el tema, recomiendo un documental producido por la revista Vice. Este trabajo presenta entrevistas con los propietarios de un hotel que alquila habitaciones por hora, ofreciendo una visión única sobre la dinámica del Barrio Rojo.

Además, en los alrededores del barrio, los visitantes encontrarán algunos de los Coffee Shops más emblemáticos de Ámsterdam, como el Bulldog, entre otros.

En el tema de lo prohibido, y hablo de prohibiciones auténticas, tengo una recomendación especial para quienes visiten el Barrio Rojo: no se pierdan la oportunidad de explorar una iglesia oculta dentro de una residencia.

El Museo Amstelkring: La Iglesia Clandestina, un Tesoro Oculto en Ámsterdam

Sí, has leído bien.

Durante la mitad del siglo XVII, con el auge del protestantismo en el norte de Europa, un católico alemán, frustrado por cómo los protestantes habían convertido las iglesias católicas de Ámsterdam en templos de su fe, decidió actuar. 

Frente a la prohibición de practicar abiertamente otras religiones, este alemán adinerado encontró una solución audaz: derribó dos pisos de su hogar para construir una iglesia en su interior. Este espacio, una maravilla arquitectónica escondida, cuenta con todos los elementos tradicionales de una iglesia, incluidos bancos y altar.

Lo más hermoso es que la casa se conserva tal como estaba en el siglo XVII, permitiendo a los visitantes recorrer cada rincón y sumergirse en un pasado fascinante.”

Recomendado

Todos los museos con 1 solo ticket

75 €

Entrada gratuita a los mejores museos y atracciones de Amsterdams (Rijksmuseum + Museo Van Gogh)

Crucero gratuito por los canales, una bonita forma de ver el centro histórico de la ciudad
 
Uso gratuito e ilimitado del transporte público GVB (autobús, tranvía y metro)
 
Alquiler gratuito de bicicletas las 24 horas
 
Pros:
Contras:

Los Países Bajos han sido un hervidero de talento artístico a lo largo de la historia, con una contribución significativa a la introducción de la pintura al óleo en Europa. Artistas de la talla de Vermeer, Rembrandt y Van Gogh no solo han dejado una huella imborrable en el arte mundial sino que también han llamado a este país su hogar.

Rijksmuseum

Este museo es una auténtica maravilla que se erige majestuosamente a orillas del río. Dentro de sus muchas atracciones, hay dos aspectos que capturan especialmente mi admiración. La Sala de Honor es uno de ellos, un espacio dedicado a las obras maestras de Rembrandt y Vermeer. Aquí se alberga la colección más extensa de Vermeer, incluyendo cinco de sus obras, y destacados cuadros de Rembrandt que capturan la esencia de la época dorada holandesa.

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Museo Van Gogh

Visitar el Museo Van Gogh es sumergirse en la tumultuosa historia de vida de este artista excepcional. Lo que lo hace particularmente especial es la forma en que narra la vida y obra de Van Gogh, permitiendo a los visitantes comprender no solo su arte, sino también su compleja existencia.

Para aquellos interesados en la vida cotidiana de los artistas, la casa de Rembrandt ofrece una ventana fascinante al pasado. Al igual que las casas históricas de Freud en Viena y de Mozart en Salzburgo que he mencionado anteriormente, la casa de Rembrandt posee todo el encanto de una época pasada, permitiendo a los visitantes pisar literalmente en los pasos del artista.

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Los tulipanes, hoy símbolos icónicos de los Países Bajos, tienen un origen tan colorido como sus pétalos. Estas flores fueron introducidas por comerciantes holandeses, quienes las trajeron desde Turquía, un país conocido por su avanzada cultura marítima y su destreza en el comercio de ultramar. En Argentina, a estos mercaderes se les apodaba ‘piratas’, no por saquear, sino por ofrecer bienes inesperados, anticipándose a las provisiones regulares de la corona española.

¿Pero eran realmente piratas? Durante los 80 años de guerra por su independencia de España, los holandeses se vieron obligados a buscar recursos por sí mismos. Navegaban hacia América en busca de sal, esencial para conservar pescados, carnes y para la producción de quesos como el Gouda. En el camino, no desaprovechaban la oportunidad de interceptar los barcos españoles cargados de oro y plata, ganándose así su fama de ‘piratas’.

La Mentalidad Comercial Holandesa

Con una mirada siempre hacia el horizonte y un espíritu innato de comerciantes, los holandeses introdujeron los tulipanes en Europa. La fascinación por su belleza, colores vibrantes y la exclusividad de sus variantes creó una demanda sin precedentes. Tal fue el furor que algunas personas llegaron a ofrecer sus casas a cambio de bulbos de tulipanes raros, desencadenando lo que se conoce como la ‘Tulipomanía’. Esta fiebre por los tulipanes culminó en una de las primeras burbujas especulativas documentadas de la historia, que estalló cuando la oferta finalmente superó la demanda.

Esta inclinación hacia el comercio y la apertura al mundo han forjado un carácter distintivo en los holandeses, visible aún hoy.

Tulipomanía en el Museo de Keukenhof

Para aquellos interesados en explorar más sobre este fascinante período, el Museo de Keukenhof ofrece una ventana única al mundo de los tulipanes y la tulipomanía, un capítulo imprescindible en la historia comercial holandesa

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